Sabias que el 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos.
Esto, además de influir de manera negativa en tu
productividad y la calidad de trabajo, afecta tu bienestar físico y
psicológico: produce estrés y te impide sacar el máximo provecho de cada
instante.
¿Cómo puedes recuperar el enfoque? Éstas son algunas
técnicas sencillas que harán una diferencia enorme en tu capacidad de
concentrarte.
Haz una cosa a la vez.
Olvídate del multitasking. El multitasking
está sobrevalorado. Hacer varias cosas a la vez no te vuelve una persona más
eficiente y productiva; por el contrario, dispersa tu mente, te estresa y evita
que pongas lo mejor de ti en cada tarea. Haz una lista de cosas por hacer
durante el día; comienza por las más difíciles y termina con las más sencillas.
Proponte no empezar una hasta no haber completado la anterior.
Aléjate del exceso de estímulos.
Muchas veces –sobre todo si trabajas en un
entorno ruidoso, como una agencia de medios digitales o de publicidad– aislarse
del entorno puede ser de gran ayuda. Cuando necesites enfocarte, deja a un lado
tu celular, ponte unos audífonos y escucha música relajante (deja los podcasts
o el último disco de Muse para otra ocasión). Asimismo, evita tener una
televisión cerca. Entre menos estímulos sensoriales tengas, mejor.
Toma descansos.
Sabemos que estás muy ocupado, pero tomarse
descansos frecuentes no es un capricho o un pretexto para dejar de trabajar:
es, por el contrario, una forma de asegurar la concentración y el flujo de
creatividad. Cada hora, levántate de tu lugar, haz estiramientos, camina,
sírvete un café, platica… Retomarás tus tareas más cargado de energía.
4 Medita.
Como resultado de nuestra vida ajetreada,
nuestra mente se encuentra dispersa en mil y un direcciones. Al meditar
aprendemos a controlar el flujo de energía en nuestro cuerpo y podemos
enfocarla para alcanzar nuestros objetivos. Busca un espacio tranquilo y
siéntate con las piernas cruzadas. Cierra los ojos y relaja tu respiración. Una
técnica para concentrarte es imaginarte como si te vieras en un espejo, y
hacerlo desde todos los ángulos posibles: trata de recrear cada una de tus
características.
5 Haz lo más importante al principio.
Dejar las tareas más importantes para el
final es una pésima costumbre: al final del día estás cansado, te sientes menos
creativo y tienes el tiempo encima. Procura comenzar tu día laboral haciendo
los trabajos creativos, o resolviendo tareas que requieran una alta carga de
concentración.
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